El objetivo principal es proteger a la empresa frente a diversas pérdidas y daños materiales que se produzcan sobre la misma, como consecuencia de la ocurrencia de un siniestro previsto en el contrato de seguro y a prestarle asistencia en su caso.

Así mismo,cubre la responsabilidad en que incurra el cliente, en caso de reclamaciones por daños y perjuicios causados a terceros.